sábado, 19 de marzo de 2011

Francia, EE UU y Reino Unido en busca del tesoro negro en Libia so pretexto de proteccionismo

Ya se habian tardado, pero como todo cae por su propio peso. La operación Odisea al Amanecer, emprendida ayer por la coalición internacional liderada por Francia, Reino Unido y Estados Unidos para frenar los sangrientos ataques de Gadafi contra la población civil libia, no ha dado tregua durante la madrugada. Tras los primeros ataques de ayer por la tarde por aire y tierra en zonas próximas a Bengasi, bastión de los rebeldes, y en el área de Trípoli, donde permanece atrincherado el dictador, en las últimas horas se han podido oír en Trípoli fuertes explosiones, al parecer procedentes de los sistemas antiaéreos del régimen para intentar repeler una nueva ofensiva de los aliados. Sobre las dos y media de la noche (hora local) se oyó un gran estruendo, seguido de una luz resplandeciente que iluminó por unos momentos el cielo de la capital, informa Álvaro de Cózar. Unos segundos después se escucharon varias ráfagas continuadas de fuego antiaéreo libio contra los ataques de las fuerzas extranjeras.


El presidente francés ofreció una última oportunidad a Gadafi: "La puerta de la diplomacia se volverá a abrir en el momento en el que las agresiones cesen". Y añadió: "El porvenir de Libia pertenece a los libios. No queremos decidir en su lugar. El combate que ellos mantienen por su libertad es suyo".

El presidente Barack Obama confirmó en Brasilia que había ordenado el inicio de las operaciones militares "en interés de Estados Unidos y del mundo". El Pentágono anunció que estos ataques continuarán hasta crear un entorno seguro sobre el cielo de Libia y que EE UU "estará al frente" de esta operación militar.

sábado, 12 de marzo de 2011

Los revolucionarios libios abren una cuenta en la red social Twitter


El Consejo Nacional transitorio, órgano de gobierno de los rebeldes libios, abrió este domingo una página en la red social Twitter para informar a los medios de comunicación nacionales y extranjeros que no pueden acceder a su información de forma directa.
En la página, el Consejo Nacional transitorio se define como el único órgano representativo del pueblo libio.
La bandera monárquica esta situada a la izquierda de la página, donde los representantes del Consejo Nacional transitorio piden a los medios de comunicación internacionales que dejan de llamar "rebeldes" al pueblo libio que se ha levantado en armas y que utilicen el término de revolucionarios.
La página de las fuerzas contrarias a Gadhafi, que de momento informa con retraso de los acontecimientos, trata de contrarrestar la propaganda que el líder libio Moammar Gadhafi está llevando a cabo a través de los medios de comunicación en su poder.
El país del norte de África se encuentra desde el pasado 17 de febrero en una serie de protestas inspiradas por los alzamientos que derrocaron a los gobernantes en los vecinos Egipto y Túnez.
Gadhafi gobierna Libia desde hace más de 42 años, un país que no tiene Constitución, instituciones establecidas o algún tipo de mecanismo que puedan apoyar al surgimiento de una nueva nación.

jueves, 10 de marzo de 2011

Alza del petróleo: una tormenta perfecta

EL CONFLICTO en Medio Oriente y su consecuente impacto sobre el precio de los combustibles a nivel local definitivamente llegó en mal momento. El mundo, Chile incluido, se encontraba, previo al inicio de los problemas en Egipto, en un proceso de recuperación gradual, con una serie de debilidades financieras que estaban afectando principalmente a los mercados desarrollados de Europa, y enfrentando importantes presiones por el lado de los precios de los alimentos.
Esto, unido a las extraordinariamente expansivas condiciones monetarias adoptadas para impulsar las economías domésticas, post gran crisis financiera, había puesto sobre el tapete el temor a presiones inflacionarias que pusieran en jaque a las autoridades.

Chile no ha estado exento de los mismos problemas. El Banco Central ha debido enfrentar condiciones económicas complicadas y decisiones difíciles, mientras el peso, impulsado por las paridades del resto del mundo, sufre una importante apreciación, afectando la capacidad de desarrollo de los sectores exportadores y, con ello, la capacidad de crecimiento futuro de nuestra economía.

 La fuerte recuperación de la demanda interna, unida a las importantes presiones en los precios externos de los alimentos, impulsaron al alza la inflación, elevando en forma considerable las expectativas de inflación, las que se desanclaron del objetivo  inflacionario del Banco Central.
En medio de este proceso, Medio Oriente entra en conflicto y su consecuencia directa sobre nuestra economía es una fuerte alza en el precio internacional del petróleo, que lleva como efecto directo un alza en los combustibles refinados del petróleo y efectos indirectos en los costos de generación de energía y de transporte, costos que se traspasan en forma más o menos inmediata a los consumidores.
La decisión de las autoridades se complica aún más. En presencia de presiones sobre el tipo de cambio, la opción es disminuir la brecha entre la tasa de interés interna y la externa, disminuyendo la tasa de política monetaria.
Pero una demanda interna fuerte y presiones inflacionarias provenientes del sector alimentos y combustibles indicarían alzas importantes en la tasa de interés de política, con el objetivo de frenar el crecimiento de la demanda interna y, con ello, frenar -al menos- el crecimiento de los precios del sector de bienes no transables.
Ello traería como consecuencia una mayor apreciación del peso y sus efectos negativos sobre el ya golpeado sector exportador. Por otro lado, algo de ayuda podría provenir del sector fiscal, pero para ello sería necesario cortar el gasto, acción nada deseada por los gobiernos, menos cuando aún queda mucho que hacer en términos de reconstrucción.

El manejo económico en aguas turbulentas no es fácil. Menos lo es en medio de una tormenta que se asemeja a la perfección.
Toda acción provoca una reacción y, en este caso, las reacciones se contraponen entre sí. Definitivamente, es la hora de buscar soluciones innovadoras y de pensar fuera del cuadrado.