Ya se habian tardado, pero como todo cae por su propio peso. La operación Odisea al Amanecer, emprendida ayer por la coalición internacional liderada por Francia, Reino Unido y Estados Unidos para frenar los sangrientos ataques de Gadafi contra la población civil libia, no ha dado tregua durante la madrugada. Tras los primeros ataques de ayer por la tarde por aire y tierra en zonas próximas a Bengasi, bastión de los rebeldes, y en el área de Trípoli, donde permanece atrincherado el dictador, en las últimas horas se han podido oír en Trípoli fuertes explosiones, al parecer procedentes de los sistemas antiaéreos del régimen para intentar repeler una nueva ofensiva de los aliados. Sobre las dos y media de la noche (hora local) se oyó un gran estruendo, seguido de una luz resplandeciente que iluminó por unos momentos el cielo de la capital, informa Álvaro de Cózar. Unos segundos después se escucharon varias ráfagas continuadas de fuego antiaéreo libio contra los ataques de las fuerzas extranjeras.
El presidente francés ofreció una última oportunidad a Gadafi: "La puerta de la diplomacia se volverá a abrir en el momento en el que las agresiones cesen". Y añadió: "El porvenir de Libia pertenece a los libios. No queremos decidir en su lugar. El combate que ellos mantienen por su libertad es suyo".
No hay comentarios:
Publicar un comentario